En 2023, Bolivia alcanzó un nuevo hito en la evaluación de sus recursos hídricos con la actualización del Balance Hídrico Nacional de Bolivia (BHNB), respaldada por SEI y la cooperación internacional. Este estudio integral, que abarca datos climáticos de 1980 a 2020, proporciona una visión detallada de la disponibilidad hídrica en el país. Destaca la variabilidad entre las macrocuencas, con abundantes recursos en las regiones amazónica y de La Plata, y la vulnerabilidad del Altiplano. Además, el estudio identifica desafíos y ofrece recomendaciones para mejorar la gestión de los recursos hídricos frente al cambio climático.
Bolivia, ubicada en el corazón de Latinoamérica, cuenta con un sistema climático extremadamente diverso y complejo, influenciado por el bioma amazónico y los océanos Pacífico y Atlántico. Este entorno crea microclimas esenciales para los ecosistemas, los hábitats y el desarrollo socioeconómico del país. El monitoreo climático formal en Bolivia comenzó en la década de 1910, estableciendo una red de estaciones para la gestión de riesgos, pronósticos y cuantificación de recursos hídricos en las principales ciudades. Desde la década de 1980 los estudios relacionados con el balance hídrico del país se han desarrollado de forma progresiva acorde con los avances técnicos y la disponibilidad de datos.
El año 2023 marcó un nuevo hito para la evaluación del recurso hídrico disponible en Bolivia. Con el apoyo de SEI y la cooperación sueca, cooperación Suiza, Asistencia Técnica de la Unión Europea en país , se actualizó el reporte de Balance Hidricon Nacional de Bolivia (BHNB).
El estudio proporciona los datos climáticos del periodo 1980-2020, incluyendo las precipitaciones, la temperatura, la humedad relativa, la velocidad del viento y las horas de sol, información que permite estimar de forma detallada la disponibilidad hídrica del país en función de la región. Las características suministradas por las descripciones técnicas de las principales macrocuencas del territorio son:
Estos datos ponen de manifiesto la condición deficitaria y altamente vulnerable del altiplano en comparación con la abundancia de recursos de las regiones amazónica y de La Plata, al sur del país.
Aunque el estudio del Balance Hídrico Nacional de Bolivia (BHNB) proporciona una base sólida para evaluar la gestión de los recursos hídricos, se deben considerar varios desafíos y aspectos críticos en cuanto a la precisión y efectividad de la medición, la calidad de la información, la coherencia entre la necesidad de monitoreo y las políticas estatales, así como la tasación de las aguas subterráneas. A continuación se presentan estos puntos en mayor detalle, junto con algunas recomendaciones y pasos a seguir.
Sin duda el BHNB es un gran avance en la evaluacion del recurso y su disponibilidad; sin embargo, para una estimación más efectiva y certera es preciso abordar nuevos desafíos en materia de mejora del monitoreo hidroclimatológico, acceso a la información e inclusión de otros componentes, como las aguas subterráneas.
Un mayor número de registros y un periodo de datos más amplio han mejorado la precisión y disminuido los sesgos en los resultados del estudio de las macrocuencas, pero se mantiene la incertidumbre respecto de la información disponible para realizar los análisis. El estudio pone en evidencia la falta de monitoreo en áreas críticas, como el sur del Altiplano, El Chaco y La Chiquitanía, localizados en la macrocuenca de La Plata, lo que da como resultado una limitada disponibilidad de datos en zonas como estas que requieren atención especial para desarrollar proyectos en los que es vital la precisión de la información.
Por la magnitud de la escala de análisis del balance hídrico fue necesario acudir a la información satelital con el fin de evaluar los cambios geomorfológicos, entre ellos, los usos del suelo y la topografía del país en los últimos cuarenta años. Estos datos fueron esenciales para comprender cómo las variaciones pueden afectar los recursos hídricos y los patrones climáticos en diferentes zonas. Así, aunque la información satelital proporcionó una visión actualizada, lo cual es fundamental para realizar estimaciones precisas del BHNB, su enfoque conlleva riesgos, entre los cuales destacan los posibles errores en la resolución espacial y temporal, por lo que para mitigarlos es necesario complementarlos con datos gratuitos de alta resolución de acceso, o mediante el desarrollo de plataformas nacionales donde se incluyan y oficialicen datos satelitales y observaciones de campo.
También se destaca la necesidad de mejorar la disponibilidad y calidad de los datos de las variables críticas, y para ello se recomienda depurar la información y mejorar la plataforma de acceso a los datos climáticos para usos de la sociedad civil y profesional relacionados con los recursos hídricos.
El estudio recurre a una delimitación de las unidades hidrográficas que facilita el desarrollo de análisis específicos y la implementación del Plan Plurinacional de Recursos Hídricos 2021-2025. Sin embargo, las variaciones en la escala y el número de unidades a lo largo de los años pueden complicar el seguimiento de la planificación desarrollada en escalas mayores en los planes quinquenales previos, lo que se deja como una reflexión sobre los beneficios y los desafíos de contar con un estudio de mayor detalle. Agrupar las unidades hidrográficas es una alternativa bastante eficiente para no limitar los avances tecnológicos y de información detrás de cada una de las actualizaciones y mejoras del estudio, y que este contribuya en las escalas de planificación definidas en las políticas estatales.
Se han realizado avances significativos en la comprensión de las aguas subterráneas mediante casos piloto; sin embargo, para mejorar la gestión de acuíferos, como el de Purapurani en la ciudad de El Alto y Guadalquivir en la ciudad de Tarija, es necesario consolidar redes de monitoreo sostenibles con datos actualizados, incluyendo aforos y niveles piezométricos que gradualmente puedan llegar a cubrir más cuerpos de agua en zonas estratégicas, como Cochabambba, Santa Cruz y las demás capitales departamentales. A partir de los aprendizajes, obtenidos en el desarrollo de los pilotos en aspectos metodológicos, es posible priorizar otras zonas con ocurrencia de aguas subterráneas para continuar avanzando en el su conocimiento de estas fuentes de agua que cada vez es más importante para el desarrollo de las actividades socioeconómicas en Bolivia.
El estudio de BHNB proporciona información crítica para la gestión sostenible de los recursos hídricos, por lo que es esencial asegurar el financiamiento de futuras actualizaciones para que el país cuente con la información necesaria que le permita encarar los desafíos influenciados principalmente por el cambio climático.
El Recurso Hídrico es crítico para la planificación del desarrollo de un país, el Balance Hídrico Nacional de Bolivia actualizado permanentemente es una oportunidad estratégica para actuar de forma eficiente en los territorios y de visualizar la concurrencia de intereses territoriales con el déficit y superhábit del agua.
Melina Balderrama PhD, Coordinadora Nacional del Programa Bolivia Watch 2
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