América Latina lidera este año la discusión global sobre la conservación de la biodiversidad. Con Colombia como anfitrión de la COP16, la región tiene la oportunidad de mostrar al mundo su riqueza natural y sus desafíos. Mónica Trujillo, Ivonne Lobos y Tania Santos, Investigadoras expertas de SEI Latinoamérica, ofrecen una visión clara sobre la relevancia de este evento, las oportunidades para la cooperación regional y la gestión de conflictos socioambientales, así como los desafíos y oportunidades en la implementación de políticas de reconciliación y restauración ambiental.
¿Cuál es la relevancia de que Colombia sea la sede de la COP16 de Biodiversidad en 2024 para el contexto latinoamericano y como investigadoras, qué expectativas existen sobre este evento?
Ivonne Lobos (IL): Ningún país logró cumplir los 20 objetivos de Aichi de la COP10 en Japón, generando una presión intensa para la última COP. En la COP15, se adoptó el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal, estableciendo objetivos globales para abordar la pérdida de biodiversidad. La COP16 en Colombia enfrenta el desafío de asegurar el apoyo financiero y político necesario para este acuerdo histórico. Se espera que los países presenten planes nacionales para cumplir los objetivos de biodiversidad, que incluyen la protección del 30% de la tierra y el mar, así como la restauración del 30% de los ecosistemas degradados del planeta.
Mónica Trujillo (MT): Muy pocas veces Latinoamérica ha sido sede de la conferencia de la ONU sobre biodiversidad, a pesar de que la región alberga 6 de los países megadiversos del planeta. Es notable que Colombia, con más del 10% de la biodiversidad mundial en menos del 1% de su territorio, sea el país anfitrión. Este hecho resalta las condiciones que enfrentan los países megadiversos para conservar y usar la biodiversidad de manera sostenible, especialmente en medio de la pobreza, el desempleo y la inequidad. La oportunidad radica en mostrar que las áreas de mayor diversidad social y biológica a menudo carecen de capacidades en innovación y competitividad, a pesar de sustentar servicios vitales para el planeta. Se espera acelerar la transición hacia modelos económicos sostenibles que ofrezcan alternativas al predominante, especialmente en regiones como la Amazonía, donde prevalecen prácticas como la minería ilegal, la deforestación y la expansión agropecuaria insostenible.
Tania Santos: (TS) Los 196 miembros que ratificaron el convenio de Diversidad Biológica de la ONU en 1992, junto con los 200 comprometidos en Montreal, reconocen la importancia estratégica de nuestro país y región en términos de biodiversidad y servicios ecosistémicos. Es crucial conservar estos servicios no solo para nuestro entorno local, sino para el planeta en su conjunto. En esta reunión, se busca definir cómo apoyar y financiar el mantenimiento de esta riqueza natural, alcanzar las metas definidas en Montreal y proteger los ecosistemas y sus servicios. Por tanto, es estratégico para Colombia y Latinoamérica destacar nuestra riqueza natural y la necesidad mundial de conservar la biodiversidad, trabajando junto con todos los miembros de la COP.
¿Qué oportunidades representa esta sede para la cooperación regional y el intercambio de conocimientos en temas de biodiversidad en América Latina?
IL: Los países latinoamericanos deben acelerar los avances en acceso y distribución de beneficios según el Convenio sobre la Diversidad Biológica, que establece normas para maximizar beneficios de recursos genéticos. El Protocolo de Nagoya detalla este proceso, con 140 partes ratificadas y expectativas de que más se unan antes de la COP16 en Cali. Latinoamérica tiene un especial interés en el mecanismo para el reparto equitativo de beneficios, esperando un acuerdo durante la COP16.
MT: Es una oportunidad clave para los países latinoamericanos implementar acciones conjuntas basadas en el uso adecuado de la biodiversidad como motor de desarrollo sostenible. Es momento de destacar la importancia de la biodiversidad en planes de desarrollo y estrategias sectoriales, reconociéndola como fuente de riqueza y bienestar regional. La biodiversidad es esencial para la identidad social y espiritual de las comunidades, además de ser vital en alimentación humana y animal, farmacéutica, cosmética y nutracéutica. Es la oportunidad para conectar mejor las empresas y modelos de negocio con una adecuada gestión de naturaleza positiva.
TS: Para Latinoamérica y la cooperación regional, es una oportunidad invaluable compartir sobre los desafíos comunes de pérdida de biodiversidad, que afectan a todos los países y trascienden fronteras. La deforestación, la contaminación del agua y sus efectos en los mares son amenazas conjuntas que requieren estrategias coordinadas para lograr un cambio real en la región. En esta conferencia, se pueden generar estrategias conjuntas a nivel político y financiero para contrarrestar estas amenazas. Además, los países latinoamericanos buscarán extender los acuerdos alcanzados en la semana del Clima en Latinoamérica para ser adoptados por los países miembros de la COP. Estos acuerdos incluyen financiamiento para adaptación al clima, un fondo para mujeres indígenas, sistemas de alerta temprana, iniciativas de canje de deuda por naturaleza y el reconocimiento de la función ecosistémica de la naturaleza en la región.
La COP16 será celebrada en la ciudad de Cali, Colombia del 21 de octubre al 1 de Noviembre de 2024. El tema de este año es “Paz con la naturaleza”, una invitación a reflexionar sobre cómo nos relacionamos con el medio ambiente.
¿Cómo pueden las experiencias previas de Colombia y otros países latinoamericanos en la gestión de conflictos socioambientales contribuir a promover la “paz con la naturaleza” en el marco de la COP16?
IL: Durante la COP, y en su trabajo de pre y post implementación, se destacan los esfuerzos regionales por la conservación de la biodiversidad y una relación más positiva con la naturaleza. En Latinoamérica, se ha avanzado significativamente en términos de financiamiento para la conservación, gestión del conocimiento tradicional e indígena, manejo de especies silvestres, ordenamiento territorial, y justicia ambiental y ecológica.
MT: La paz con la naturaleza depende del bienestar de las comunidades mediante la transformación social y económica. Se requiere promover modelos sociales y económicos sostenibles e innovadores en las áreas de mayor biodiversidad, donde también existen altos niveles de pobreza, desempleo, inseguridad alimentaria y falta de servicios básicos. En este contexto, la bioeconomía puede ser la forma de hacer la paz con la naturaleza, facilitando todas las condiciones habilitantes para desarrollarla.
TS: En Colombia y América Latina, hemos enfrentado conflictos socioambientales durante años, enfocando gran parte de nuestra energía y presupuesto en su gestión. De estas experiencias, hemos aprendido que superar estos conflictos nos permite avanzar en temas fundamentales para el bienestar de las comunidades y habitantes de nuestras regiones. Las lecciones aprendidas nos guían hacia el cumplimiento de las metas establecidas en anteriores COP y deben ser evaluadas en este marco de análisis.
¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades que enfrenta América Latina en la implementación de políticas de reconciliación y restauración ambiental, en línea con el tema de la COP16 “paz con naturaleza”?
IL: Mientras continúen las altas tasas de mortalidad de defensores ambientales en Latinoamérica, la paz con la naturaleza seguirá siendo un objetivo inalcanzable. La existencia del Acuerdo de Escazú demuestra la urgencia de abordar este problema. Los delitos ambientales, como la minería ilegal y la deforestación, junto con proyectos extractivos que violan los derechos y sistemas de gobierno de las comunidades, representan desafíos críticos. La legitimidad de la COP depende de las soluciones propuestas para enfrentar estos problemas. Además, se discutirán temas como las soluciones basadas en la naturaleza, los sistemas alimentarios, modelos de financiación y la protección de ecosistemas estratégicos como los océanos y la Amazonía.
MT: Los desafíos principales radican en la falta de coordinación y visión conjunta entre diversos actores como gobiernos, empresas, comunidades, universidades e institutos de investigación para avanzar hacia modelos de desarrollo sostenible e innovador, con la biodiversidad como eje central. Aunque existen casos exitosos que demuestran la transformación de economías ilícitas e insostenibles en economías basadas en el uso adecuado de la naturaleza, promoviendo el bienestar comunitario y generando empleo y riqueza, es crucial escalar estos casos. Se requiere una transformación institucional que impacte en políticas públicas, estrategias sectoriales y empresariales para incentivar nuevos modelos económicos basados en el uso responsable de la naturaleza como la bioeconomía.
TS: Los principales desafíos están vinculados a los motores de desarrollo de la región y al control que los países ejercen sobre ellos. La falta de coordinación entre países, las barreras burocráticas y diplomáticas, y la heterogeneidad en la normativa ambiental en Latinoamérica generan retos difíciles de superar para la reconciliación y restauración ambiental. Las actividades ilegales como la minería, el narcotráfico, la deforestación y la contaminación del agua socavan la credibilidad en las instituciones y su compromiso con la biodiversidad. La violencia asociada a estas actividades ha generado conflictos sociales intensos que requieren procesos de reconciliación en armonía con la naturaleza. Las oportunidades residen en la identidad compartida de los países latinoamericanos, que puede integrarse en políticas y estrategias conjuntas. Estrategias como el control de mercados ilegales a nivel regional, la bioeconomía como herramienta para la conservación y restauración de ecosistemas, y la integración de saberes indígenas con conocimientos tradicionales pueden contribuir a la reconciliación y restauración ambiental.
Iglesia La Ermita en el Bulevar del Río de Cali, donde será la Zona Verde de la COP16. Cali, Colombia.
La COP de Biodiversidad en Colombia representa una oportunidad única para América Latina y el mundo en su conjunto. Con la región albergando una gran parte de la biodiversidad mundial, es esencial que se promueva la cooperación regional y se tomen medidas decisivas para abordar los desafíos ambientales que enfrentamos. Este año, la COP16 adquiere una relevancia especial, ya que se espera que los países presenten planes concretos para cumplir los objetivos de biodiversidad, lo que incluye compromisos para proteger y restaurar los ecosistemas degradados del planeta. Además, la conferencia brinda la oportunidad de compartir experiencias, desarrollar estrategias conjuntas y promover la innovación en modelos económicos sostenibles que beneficien a las comunidades locales y al medio ambiente. Es fundamental que todos los países participen activamente en este evento crucial, ya que el futuro de nuestra biodiversidad y la salud de nuestro planeta dependen de las acciones que tomemos ahora.
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