SEI organizó la recepción de la delegación cugana en agosto de 2022, como parte del proyecto de colaboración InnovaCuba, desarrollado durante los últimos tres años entre SEI y la Agencia de Medio Ambiente de Cuba. Se visitaron lugares donde se combinan la circularidad de los recursos hídricos, soluciones basadas en la naturaleza y la bioeconomía para la adaptación al cambio climático.
InnovaCuba promueve la innovación para la adaptación al cambio climático a través del emprendimiento en el abastecimiento de agua y el saneamiento en zonas costeras vulnerables, enfocado en fomentar la bioeconomía. El programa se basa en dos principios clave:
Primero, en la mejora de la resiliencia al cambio climático. Una sociedad debe aumentar el nivel de circularidad en su economía, o en otras palabras, evitar que se desperdicien los recursos. Segundo, la mejora de la circularidad a niveles más altos dentro de la economía cubana creará más oportunidades para la innovación y el espíritu empresarial a nivel local.
Durante la primera semana de agosto, varias visitas de campo junto a los socios del proyecto InnovaCuba demostraron estos principios de forma práctica.
La visita de la delegación cubana fue una oportunidad perfecta para mostrar que los principios en los que se basa el programa no son sólo teóricos, sino que son una realidad puesta en práctica en Suecia, y que no siempre se necesita alta tecnología para aplicarlos
Karina Barquet, Investigadora Senior en SEI e invesigadora principal del programa InnovaCuba.
La directora de la Agencia Ambiental de Cuba y expertos de otras instituciones visitaron el Puerto Real de Estocolmo y el humedal artificial de Trosa, dos ejemplos de cómo los servicios ecosistémicos pueden integrarse en la planificación del paisaje para ayudar en la gestión del agua. Ambos lugares son un ejemplo de cómo las soluciones basadas en la naturaleza pueden ayudar los planificadores urbanísticos a gestionar la escorrentía del agua al mismo tiempo que se promueven el bienestar y las zonas verdes en las áreas urbanas.
Al diseñar la conversión del Puerto Real de Estocolmo (Norra Djurgården) de una zona industrial a un barrio residencial, los planificadores urbanísticos tuvieron en cuenta la adaptación al cambio climático desde el principio. Entre las soluciones innovadoras que la delegación cubana observó durante la visita guiada se encuentran las zonas verdes diseñadas en desnivel para la escorrentía de agua superficial y permitir su infiltración, reemplazando así el pavimento que conduce a las alcantarillas; espacios verdes para el recreo; y “corredores verdes” que conectan las zonas de césped y jardines entre edificios para ayudar a las poblaciones de insectos a desarrollarse.
Asimismo, en Trosa, un pequeño pueblo costero ubicado al sur de la región de Estocolmo, utiliza un doble sistema de tratamiento de aguas residuales: una planta de tratamiento y un humedal artificial. El agua estancada en el humedal facilita la sedimentación de partículas pequeñas y que las bacterias descompongan los compuestos que contienen las aguas residuales durante más tiempo, mejorando así la calidad del agua en el río y la bahía de su desembocadura. Además, el humedal también se utiliza como área de recreo, donde los vecinos pueden disfrutar de espacios verdes en las proximidades del municipio.
Los planificadores urbanísticos también pueden integrar la gestión de los municipios junto con la de zonas verdes y tierras agrícolas. Esto es posible debido a que las aguas residuales de los baños domésticos contienen nitrógeno y fósforo en grandes cantidades, que cuando se tratan y se devuelven al suelo, pueden impulsar la producción agrícola.
Karl-Axel Reimer, jefe de la unidad de ecología y protección del agua del municipio de Södertalje, presentó la finca de Hölö al grupo visitante de InnovaCuba. A través de una técnica de tratamiento patentada, el agricultor puede utilizar como fertilizante las aguas residuales recogidas de los baños de los alrededores.
Las aguas residuales de los inodoros de vacío contienen menos agua que las de los inodoros normales, lo que reduce los costes de transporte. Después del tratamiento, el lodo resultante está libre de patógenos y se puede aplicar en tierras agrícolas de forma segura.
El sistema de succión del inodoro podría continuar su funcionamiento con energía solar, conectándose a placas solares, lo cual fue de particular interés en el contexto de Cuba, donde la escasez de electricidad es común. También despertó interés la solución de Ecobarge, porque sus barcos podrían diseñarse para satisfacer necesidades específicas en el suministro eléctrico y el tratamiento de aguas residuales en zonas costeras de todo el país.
En menor escala, la comunidad de Kiholm en Södertäjle utiliza los llamados inodoros secos en todos los baños de la asociación de una comunidad de vecinos (koloniförening). Los inodoros secos separan la orina de las heces. Una tubería conecta el colector de orina del inodoro a un recipiente en el exterior, mientras que las heces se destinan a la fosa séptica para su tratamiento posterior. Para regar los jardines, los vecinos pueden usar una bomba en el exterior de la casa de que mezcla una proporción de un cuarto de orina con agua.
Ambas soluciones descritas anteriormente facilitan la reutilización de nutrientes para el suelo al mismo tiempo que proporcionan una solución para el tratamiento de aguas residuales en áreas rurales y desconectadas del sistema central. Sin embargo, un reto de este sistema es que el transporte de aguas residuales puede ser ineficiente ya que el peso y volumen de los lodos es alto en comparación con su baja concentración de nutrientes.
En la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, el profesor Björn Vinnerås expuso su visión sobre el futuro del saneamiento del agua e introdujo una solución innovadora que intenta paliar la ineficiencia ligada al transporte de aguas residuales y así reciclar los nutrientes en el suelo. Después del uso de un inodoro con desviador de orina, que funciona como una “trampa para la orina”, esta se procesa a través de un tratamiento alcalino. La orina es deshidratada hasta obtener un polvo que contiene altas concentraciones de nitrógeno y fósforo comparado con su reducido peso y volumen.
El polvo resultante puede utilizarse como fertilizante de larga duración, seco y fácil de transportar. Además de tener el potencial de reintroducir compuestos en el sistema agrícola, también podría reducir los costes y dependencia de fertilizantes artificiales en la agricultura.
Otro proyecto que visitó el grupo visitante de InnovaCuba en la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas mostró larvas de la conocida como mosca soldado negra (Hermetia illucens). Las larvas aumentan su masa rápidamente durante tres semanas. Al alimentarse de desechos orgánicos, las larvas se convierten en alimento con alto contenido de proteínas y grasas para gallinas y peces.
Aunque se requieran altos conocimientos para la cría de larva, esta solución podría generar ingresos a través de la venta de larvas para alimentar al ganado y, al mismo tiempo, reintroducir los nutrientes en el sistema agrícola. Los desechos, que engordan a las larvas de mosca soldado negro, pueden ser desechos orgánicos o alimentos que de otro modo no se comerían.
El cierre de los ciclos de nutrientes como el nitrógeno con soluciones basadas en la naturaleza – ya sea a través de tecnologías o con animales como intermediarios – podría considerarse tanto para el tratamiento del agua como para el fortalecer la bioeconomía en Cuba y en Suecia. Las soluciones y proyectos mostrados durante la visita a la delegación cubana, aún deben ampliarse a una mayor escala para influir de forma decisiva en la adaptación al cambio climático.
Habiendo averiguado cómo pueden funcionar las soluciones descentralizadas y basadas en la naturaleza, en el futuro, el proyecto InnovaCuba podría ayudar a explotar el potencial que ofrece la bioeconomía en Cuba y, quizás, también en Suecia.
Actualizado el 1 de septiembre de 2022: Se añadió la frase sobre Ecobarge. Lea más sobre Ecobarge aquí: https://ecobarge.se
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